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DE MARZO: ANIVERSARIO DEL GOLPE Y DE RADIO 10
28-MAR/2006
Acaba de terminar la semana en la
que se conmemoró el último golpe de estado cívico-militar
ocurrido el 24 de marzo de 1976. A pesar de haberse declarado no
laborable el pasado viernes, como un día de reflexión por lo
sucesos acaecidos a partir de la instauración del régimen
dictatorial, la gran mayoría de la sociedad no ha respondido como
el gobierno nacional y organizaciones de derechos humanos hubiesen
esperado.
En consecuencia, el feriado del
viernes 24 promovió un fin de semana largo de recreación para la
ciudadanía. Fue en vano para el objetivo original la celeridad
con la cual el Congreso de la Nación se abocó a promulgar el
Proyecto de Ley que incorporó al calendario el día 24 como un día
no laborable. Es de esperar que el esfuerzo de los legisladores se
repita en la sanción de otras legislaciones esenciales para la
República.
Tampoco sirvió la colaboración de los grandes multimedios,
que plagaron durante toda la semana sus ediciones o programaciones
- según corresponda -, con documentos sobre aquélla trágica
jornada para la Argentina.
Ante este resultado adverso,
quedará para el análisis si se trató de una falla de comunicación,
si la sociedad sigue en un estado de inmadurez, o esta
indiferencia representa un reconocimiento a los sucesos ocurridos
30 años atrás.
Pero el 24 de marzo también es
una fecha conmemorativa para la radiodifusión argentina. Aquél día,
pero en 1999, lanzaba oficialmente su programación LRL202 Radio
10, la emisora que se ubica primera desde hace varios años en el
cuestionado ranking de audiencias. Al acto concurrieron, entre
otros invitados, los hijos de dos de los militares mas emblemáticos
de la dictadura cívico-militar, Eduardo Emilio Massera y Basilio
Lami Dozo.
Radio 10 fue elegida por el
Presidente Néstor Kirchner para ofrecer en el año 2004 la única
entrevista a un medio de comunicación. Sus interlocutores fueron
los animadores Marcelo Longobardi y Oscar
González Oro.
Cabe recordar que la licenciataria
de LRL302 es Viotonis S.A., accionariamente integrada en su
totalidad por el Grupo Hadad-Zocco. Pero cuando fue adjudicada en
1995, a través del Decreto 374 firmado por Carlos Saúl Menem, la
sociedad comercial, entonces denominada Auditas, la integraban
además de Gerardo Daniel Hadad y su cónyuge Viviana Mabel Zocco,
Oscar Mario Salvi, Raúl Eduardo Fernández y Marcelo Hugo Tinelli.
Vaya paradoja. El grupo
comunicacional que mas ensalzó el desempeño del autodenominado
“Proceso de Reorganización Nacional” es
el que mas ha crecido durante la gestión de la administración
del Presidente Kirchner, quien impulsa una activa política de
sanción sobre los responsables de los excesos cometidos por la
dictadura cívico-militar.
En los primeros minutos del pasado
viernes 24 el portal de internet Infobae (uno de los medios de
comunicación del Grupo Hadad-Zocco), contenía como titulo
principal: “Trascendental colocación de acciones de un banco
argentino en Wall Street”. El artículo se refería al Banco
Macro Bansud, propiedad de Jorge Brito, que intervino en la
recompra de las acciones que poseía Raúl Juan Pedro Moneta en
Telearte.
En verdad el Grupo Hadad-Zocco
inició su proceso de expansión durante el gobierno del ex
senador Eduardo Duhalde, cuando logró adquirir el paquete
accionario de Telearte – LS83 TV canal 9 y de otras tres
estaciones ubicadas en Paraná, Resistencia y Mar del Plata. Unos
meses después el entonces interventor en el COMFER y actual
diputado provincial bonaerense Carlos Caterbetti, le autorizó la
instalación de una red de repetidoras de la emisora de TV con
cabecera en Mar del Plata.
En el terreno de la
radiodifusión, este proceso de concentración del Grupo ocurre
violando sistemáticamente la Ley 22.285 y sus modificatorias. Y
todo ello a pesar de las bondades que actualmente ella ofrece.
El texto de la Ley 22.285 de 1980
se acopló a la instauración del modelo económico liberal del
emblemático ministro de hacienda José Alfredo Martínez de Hoz y
los principios de la Doctrina de la Seguridad Nacional, que
excluía como potenciales licenciatarios de estaciones de radio,
TV o Servicios Complementarios a asociaciones civiles sin fines de
lucro. Tuvieron que pasar 25 años para que la clase
política-dirigencial se atreviera a incluir a estos actores
sociales en la legislación.
El menemato neoliberal
profundizó el carácter antidemocrático y pro-concentrador de la
Ley, al dictar los Decretos de Necesidad y Urgencia 1005/99 y 1062/98, que amplió
la posesión del licencias de 4 a 24 para una misma persona
física o jurídica, y eliminó la cláusula de 5 años como
límite para la transferencia de acciones, respectivamente. Gracias a esta última
medida, digna del capitalismo de casino, el Grupo Hadad-Zocco pudo
vender en el año 2000 parte del paquete accionario de Viotonis a
un conglomerado estadounidense.
Vale resaltar que ambas medidas
aún siguen vigentes. Desde entonces ningún gobierno se
animó a cambiarlas. No lo hizo Fernando De la Rua y su
interventor en el COMFER Gustavo
López. Tampoco lo hizo la endeble administración duhaldista,
y en apariencia el actual gobierno nacional no parece tener
intenciones al respecto.
En tal sentido, recientemente el
diputado kirchnerista Osvaldo Nemirovsci
afirmó que en el Proyecto que sustituirá la Ley 22.285 los artículos vitales como multiplicidad de licencias, publicidad,
contenidos, Sistema Nacional de Medios Públicos, serán definidos
teniendo en cuenta “la impronta de la realidad de un mercado”.
Con lo cual aquéllas transgresiones que actualmente cometen los
grupos multimediáticos, como el aquí citado, quedarán
legalizadas.
Si esto ocurriese el modelo de radiodifusión instaurado por
el Proceso será “perfeccionado”.
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