MONETA
VENDIO POR 30 LO QUE HABIA COMPRADO POR 12
27-ENE/2006
Mediante
un acuerdo suscripto ayer por la mañana (24 de enero), Raúl
Moneta se desvinculó de Canal 9, empresa de la que era socio con
el 49 por ciento de las acciones. El comprador fue su partner,
Daniel Hadad, quien pasa así a controlar nuevamente el ciento por
ciento del paquete. El alejamiento del ex banquero no es ajeno a
la situación externa: el agravamiento de sus problemas
judiciales, la escasa simpatía que le dispensa el poder político
y la reciente –y demorada– decisión del Comfer de rechazar
los avales que había presentado, fueron la señal de que, para
Moneta, había llegado el momento de dar las hurras.
El comunicado que difundió el sucesor es lacónico y expresa que “el
doctor Raúl Moneta se ha desvinculado hoy en forma definitiva de
Telearte SA, licenciataria de LS 83 Canal 9”. De todos modos, si
bien fruto del fracaso de su estrategia de reinstalación social,
en términos económicos, el de Moneta no ha sido un mal negocio:
acaba de vender en 30 millones de dólares lo que dos años atrás
adquirió en 12. El agente financiero que respaldó a Hadad en la
operación de recompra sería, según pudo saber Página/ 12, un
ascendente banco de capitales argentinos.
El arreglo
implica que un 30 por ciento del valor total –30 millones de dólares–
se abonará en efectivo y el 70 por ciento restante en 24 cuotas
mensuales de un mismo monto. El divorcio del nunca bien avenido
binomio Hadad-Moneta se preanunciaba desde hacía tiempo, sin
embargo desde hace tres meses el deterioro de la relación
societaria se aceleró: Moneta, se dice, no tenía oficina fija en
el canal y su hijo Juan Cruz manejaba dos programas vinculados con
la temática preferida de Moneta, Jineteando e Infocampo. No
obstante, ciertas voces insisten en que la influencia de los
Moneta en la emisora de Palermo habría sido mayor que la
admitida. Es que la abierta filosofía coactiva de Moneta no
encajaba bien en los planes de Hadad y mucho menos en círculos
oficiales, donde es fluida la relación con el periodista y actual
empresario de medios, sobre todo por parte del jefe de Gabinete
Alberto Fernández. Y fue el propio Fernández el que blanqueó el
alcance de esos contactos: “mi límite es Hadad”, declaró.
Una penosa expresión de ese disgusto gubernamental quedó
documentada por un fotógrafo que captó el infructuoso esfuerzo
del banquero por colocarse cerca de Néstor Kirchner durante la
primera visita que éste realizó a la Basílica de Luján.
Que Moneta
no lograba reposicionarse, al menos frente al gran público, era
una verdad de a puño. Ninguna de las fiestas de la televisión
contó con su presencia. Es más, ni siquiera merodeó la entrega
de los Martín Fierro que el año pasado transmitió en exclusiva
su canal, el 9. Por otro lado, la buena estrella que lo acompaña
en materia judicial –un poder donde cuenta con buenos amigos–
comenzó a parpadear. Falló su intento de interrumpir el APE
(Acuerdo Preventivo Extrajudicial) de Cablevisión, una jugada en
la que recibió la ayuda del juez federal Claudio Bonadío; los
camaristas del Crimen Gustavo Bruzzone y Alfredo Barbarosch
desbarataron la maniobra de forum shopping con la que inclinaba la
balanza en el litigio entablado contra el grupo Hicks (también
por Cablevisión) y enviaron a los magistrados intervinientes en
la trampa (Juan José Mahdjoubian e Ismael Muratorio) a juicio político;
hacia fin del año que pasó la causa que permanecía inerte en el
juzgado federal de Rodolfo Canicoba Corral tuvo un estertor
inesperado: el fiscal Gerardo Pollicita solicitó que Moneta, su tío
Jaime Lucini y la plana mayor de su staff financiero fueran
citados a prestar declaración indagatoria bajo el cargo de
asociación ilícita por la caída, que se sospecha fraudulenta,
de sus bancos Mendoza y República. Aunque imperara el más
absoluto receso veraniego, trascendió que en febrero Canicoba
Corral podía acceder al pedido y llevar a Moneta, por primera
vez, a los tribunales.
El golpe
final lo asestó el titular del Comfer, Julio Bárbaro, quien al
inicio de su gestión y tal vez malentendiendo directivas había
sostenido que Moneta era un empresario nacional “y del palo”.
En las primeras semanas de enero, sin embargo, debió rectificar
la postura y rechazó los avales financieros que Moneta había
presentado al comprar el 49 por ciento de las acciones de Canal 9.
Con esa medida, el ex banquero estaba obligado a buscar la puerta
de salida.
Con la
disolución de la sociedad, Moneta se agrega a la lista de efímeros
accionistas de Canal 9: Marcelo Tinelli y Oscar Salvi, el grupo
Emmi, Constancio Vigil, Sergio Spolsky, Claudio Belocopitt y
Fernando Sokolowicz, los tres últimos, antecesores de Moneta.
Resulta difícil imaginar que Moneta, un hombre de poderosa
autoestima, se repliegue a cuarteles de invierno y abandone la
lucha por la recuperación de su poder y su imagen pública. Se
asegura que en el tiempo que viene sus esfuerzos estarán
dirigidos a su radio (Belgrano), a pujar por el control de
Cablevisión, en lo que considera una batalla estratégica. De
cualquier forma, hay quienes gustan de mirar bajo el agua y en esa
inspección han creído intuir, más que los gustos del aportante
Francisco de Narváez, la impronta de Moneta en la estética y la
temática de América TV. No en vano dos de los accionistas de la
emisora, José Luis Manzano y Daniel Vila, forman parte de su
galaxia mendocina. Aunque Manzano y Vila sean igualmente socios de
su ex socio, Daniel Hadad, en UOL Sinectis, un emprendimiento en
el Moneta no entró, como tampoco lo hizo en Infobae, Radio 10, FM
Pop, Amadeus, la Mega o Infobae.com., los nombres que han hecho de
Hadad un próspero empresario de medios.
Fuente:
Página 12
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afirma que hadad se quedo con el 100% de canal 9
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