piden
que se anulen las autorizaciones sin concurso a estaciones de tv de baja
potencia
27-ENE/2014
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Mientras sigue durmiendo el sueño de los justos el llamado a concurso para el otorgamiento de nuevas licencias, la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA)
autorizó en los últimos tres meses a emitir a 34 canales abiertos de TV de baja potencia, de los cuales 20 están en la provincia de Buenos Aires, casi todos en distritos gobernados por el Frente Para la Victoria.
La medida, decidida por los directores kirchneristas de la AFSCA, que conduce Martín Sabbatella, desencadenó quejas del gremio de empleados de la televisión y de la entidad que agrupa a los principales canales de aire del país.
Carlos Molinero, presidente de la Asociación de Telerradiodifusoras Argentinas (ATA), sostuvo que esas autorizaciones son “inexistentes”, ya que “se debieron haber generado de un procedimiento de concurso que ha sido omitido por esa entidad”. Molinero afirmó ante la AFSCA que, en consecuencia, el acto administrativo “es nulo de nulidad absoluta” y sus decisiones “en cualquier momento pueden ser dejadas sin efecto por la propia administración o por cualquier órgano judicial”.
ATA representa a los principales canales: El 13, Telefe, Canal 9 y América TV, entre otros.
La asociación de canales sostuvo que la ley de medios permite dar autorizaciones para canales de baja potencia, con “carácter excepcional” y sólo cuando haya “probada disponibilidad del espectro, en sitios de alta vulnerabilidad social y/o escasa densidad geográfica y siempre que sus compromisos de programación estén destinados a satisfacer demandas comunicacionales de carácter social ”. Esos requisitos deben darse en simultáneo y todavía no hay un plan técnico nacional.
ATA afirmó que “asociados a nuestra entidad han detectado el funcionamiento de estaciones en Mendoza, Mar del Plata, Rosario y otras importantes localidades que no encuadran en los requisitos descriptos anteriormente”.
Uno de los que cosechó quejas fue el Canal 27 de Mar del Plata, otorgado a la organización ultrakirchnerista Asociación de Radiodifusores Bonaerenses y del Interior de la Argentina (ARBIA), cuya sede central está en esa ciudad.
De hecho, el abogado Ricardo Monner Sans presentó una denuncia contra Sabbatella y los otros cuatro directores kirchneristas de la AFSCA que aprobaron las autorizaciones, por violación de los deberes de funcionario público, en la que pide que se revoquen las autorizaciones que se dieron “sin haber cumplido con el inexcusable método de concurso público abierto y permanente al que alude” la ley de medios.
Además, el secretario general del Sindicato Argentino de Televisión (SATSAID), Carlos Horacio Arreceygor, presentó también su queja ante la AFSCA. Uno de los argumentos que planteó es que si bien se dieron autorizaciones precarias para canales de baja potencia, en realidad se trata de “un reconocimiento con derechos equiparables a la adjudicación de una licencia ”, ya que esos canales deben ser subidos a la grilla de la televisión por cable, ampliando su radio de cobertura a toda la localidad donde se encuentran ubicados.
El dirigente gremial aseguró que la AFSCA no cumplió con ninguno de los requisitos para otorgar esas autorizaciones, como “la verificiación de las condiciones de operación, la regularidad de las contrataciones de los trabajadores y las cuotas de programación”.
Por eso, el gremio de los empleados de televisión pidió que “se rectifiquen los mínimos de producción propia” y se “requiera a los adjudicatarios de las autorizaciones precarias la acreditación de los libre-deuda y demás documentación relativa al cumplimiento” de las condiciones de admisibilidad para ser titular de licencias que establece la ley de medios.
En caso de no ser escuchados, Arreceygor se reservó a “considerar la presente como denuncia de ilegitimidad del acto aprobado por el Directorio ” y “de actuar de conformidad en los estrados correspondientes”.
Fuente: Clarin
"Clarín Quiere Censurar Las Nuevas
Pantallas"
Como diría Serrat, “entre nosotros
–Clarín- hay algo personal”.
Por Miguel Di Spalatro. Titular de Canal 5 Azul
Esta no es la primera vez que el Goliat de
los medios posa su mira en nosotros. Para el gigante de la comunicación no
hay diferencias entre comunitarios, cooperativos, universitarios, barriales,
sin fines de lucro o de baja potencia. Para el gigante todo medio de
comunicación
empoderado por el pueblo, despertador de ideas y conocimientos, es
peligroso. Cada uno de los nuevos 34 canales de baja potencia, son para
Clarín, espinas que atentan contra el pensamiento único que supieron imponer
a lo largo de su penosa historia como monopolio mediático.
Una de esas espinas, que tanto molestan al
gigante, esta en Azul. Soy titular de uno de los 20 canales abiertos de TV
de baja potencia autorizado para emitir por la AFSCA en la provincia de
Buenos Aires. Hoy en la nota “Piden anular la autorización sin concurso a 34
canales de TV”, que firma Alejandro Alfie (Pag. 34 de Clarín 24/01/2014), el
monopolio pone su propia voz en la voz de los otros y de esa manera confunde
al querer hacer creer que las corporaciones y los trabajadores están de
acuerdo y persiguen un mismo objetivo.
Fui afiliado al sindicato de televisión
(SATSAID) en los años 80 cuando florecían los cables locales creados a
fuerza de sacrificio de vecinos de ciudades donde no se veía la televisión.
Fui parte de la lucha sindical de los 90 cuando cientos de trabajadores de
la Tv fuimos expulsados al desempleo al concentrarse la Tv por cable
producto de las políticas neoliberales, que llegaban hasta la extorsión a
los dueños locales para obligarlos a vender. Vi como se posó, en mi ciudad,
el capital norteamericano de la mano de “Mandeville Argentina” que en
noviembre de 1996 había fusionado 67 compañías de cable con 400.000 abonados
creando BGS (las dos primeras letras iniciales de los socios argentinos ex
propietarios de los cables de Necochea y Tandil, la última corresponde a la
primera letra del apellido del socio yanqui). Luego esta firma fue vendida a
Cablevisión, del CEI, en 500 millones de dólares.
En aquel tiempo en el que nuestro trabajo
no valía nada y en condiciones desiguales, desde el por entonces SAT y el
Sindicato de Prensa de Azul (FATPREN) dimos la lucha.
Mientras, organizaciones empresariales
como la Asociación de Telerradiodifusoras Argentinas (ATA), se beneficiaban
con las prebendas menemistas, sin importarles demasiado que mientras sus
representados hacían “buenos negocios”, el país se desbarrancaba hacia una
crisis casi
terminal.
No quieras confundir Clarín. Se quienes
fueron y siguen siendo mis compañeros de los gremios de la comunicación con
los que marchamos por la sanción y plena aplicación de la Ley de Servicios
de Comunicación Audiovisual, y que intereses representan “los molineros”
voceros de ATA que firmaban las resoluciones en conjunto con el COMFER de la
dictadura, prohibían canciones de Ariel Ramirez y sancionaban a los medios.
Recuerdo que ATA defendió sus intereses
–los tuyos Clarín- en las audiencias del Congreso Nacional, para que
siguiera vigente la ley de la dictadura, con las reformas de los 90.
Como diría Serrat, “entre nosotros
–Clarín- hay algo personal”.
Nosotros no tranzamos con los genocidas
para tener una licencia o papel prensa.
No vendimos el alma al diablo.
No especulamos sobre un país devorado por
la deuda interna y externa.
No somos el producto de “operaciones
millonarias” de dineros cuya procedencia nunca esta del todo clara. No
pertenecemos a asociaciones que representan el pasado y que al igual
que vos “Clarín” deberían pedir perdón por vuestro comportamiento mientras
se desaparecía gente en la Argentina.
La autorización para el funcionamiento de
nuestros canales de baja potencia son un “reconocimiento” al trabajo de
muchos años en la comunicación.
Al esfuerzo que significo pasar de
empleados a autogestionados de la noche a la mañana.
A la creatividad para sostenernos y
atravesar las crisis (¿Te acordás del 2001 Clarín?)
Y también es un reconocimiento a la
militancia (yo se que a vos esta palabra no te gusta Clarín) por una
comunicación distinta, con muchos protagonistas, pensando menos en la guita
que vas a ganar y mas en los hombres y mujeres con los que construimos
juntos la comunicación de cada día.
Además “Clarín”, cuando pretendes quedarte
con la voz y la imagen que le corresponde a otros, seguís censurando.
Resabios quizás de aquellosaños en que como Goliat creías que con tu fuerza
podía abusar de todos.
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