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Crisis en el fútbol argentino

01-OCT/2018

Las ilusiones que los aficionados de la Albiceleste tenían puestas en la Copa Mundial de Fútbol de 2018 quedaron en nada tras la eliminación de la selección nacional en los octavos de final. Contar con algunos de los mejores jugadores a nivel internacional, como Lionel Messi, no bastó para frenar a la Francia de Didier Deschamps, que terminó convirtiéndose en la actual campeona del mundo.

El triste papel del equipo entrenado por Jorge Sampaoli solo sirvió para poner todavía más en evidencia la gran crisis por la que atraviesa actualmente el fútbol argentino. A la delicada situación económica que vive el país hoy, protagonizada por una histórica pérdida del valor del peso argentino, se le suma la inestabilidad dentro de la AFA que llevó en su día a miles de jugadores a protestar en huelga.

La devaluación de la moneda tiene, dentro del mundo del fútbol, una gran consecuencia. A los clubes les será mucho más difícil que antes igualar los sueldos astronómicos que las estrellas del fútbol argentinas perciben en el extranjero, lo que significa que bajará el número de futbolistas nacionales que querrán volver a su país para jugar sus últimos años de profesional antes de retirarse.

Este escenario de inseguridad financiera evidenciará todavía más las diferencias presupuestarias entre equipos. Los más poderosos seguirán teniendo la influencia y el dinero suficiente para crear las mejores plantillas, mientras que los clubes más humildes sufrirán peor las consecuencias. Podría llegarse, pues, a la situación de España, donde el campeonato se disputa prácticamente entre los dos grandes.

De forma paralela a la crisis económica, se viene desarrollando desde hace tiempo también una difícil situación institucional. Estos problemas dentro de la AFA tienen un impacto directo en la organización de los partidos. Los torneos nacionales en Argentina han cambiado muchas veces de calendario en los últimos años, una inestabilidad que quizás se solucione ahora con la creación de la Superliga.

Por otro lado, la violencia que siempre ha caracterizado a parte de los aficionados del fútbol argentino ha aumentado más en este contexto de incertidumbre. Las barras bravas están presentes en todos los estadios, pero se hace muy complicado poder frenarlos porque estos grupos de fanáticos están completamente adaptados en el sistema e incluso dentro de las propias instituciones.

¿Cómo se resolverá la crisis del fútbol argentino? Es difícil predecirlo, pero si algo está claro es que la solución pasa por una renovación de arriba abajo de todos los agentes implicados: desde el organigrama de la AFA hasta la administración de todos los clubes. Además, son necesarios los cambios en la selección, empezando por el técnico y terminando por los jugadores.