RADIOS COMUNITARIAS EN CONTRA DE LA PRORROGA
DE LAS LICENCIAS
26-MAY/2005
Néstor Busso, titular del Foro Argentino de
Radios Comunitarias (FARCO), calificó de "bochornoso"
el reciente Decreto firmado por el presidente Nestor Kirchner, que
prorrogó por 10 años las licencias de todos los servicios de
radiodifusión.
A continuación se transcribe la misiva
titulada "El Gobierno cedió a la presión de las
corporaciones".
Hace
pocos días el Presidente Néstor Kirchner dijo que estaba
"harto de las presiones corporativas". Ahora, con la
firma del Decreto que prorroga las licencias de Radio y TV por 10
años, queda claro que el presidente se somete y cede ante las
grandes corporaciones. Lo reconoce el propio Jefe de Gabinete al
decir que era "un viejo reclamo de los medios".
El
Decreto 527 es una capitulación. Los grandes grupos económicos
que controlan la comunicación y la información en nuestro país
tienen 10 años más para imponer su discurso único y su modelo
de concentración de la riqueza. No hay cambio posible en el país
mientras unos pocos controlan la información. No hay democracia
posible mientras las mayorías están silenciadas.
Con este
Decreto el Gobierno consolida la concentración en la propiedad de
los medios que sufrimos en Argentina. Mientras anuncian la
prorroga de las licencias para los "empresarios"
cómplices del saqueo que sufrimos los argentinos, cientos de
organizaciones sociales y miles de pequeños y medianos
emprendedores quedan excluidos de la posibilidad de acceder a una
licencia.
Las
frecuencias radioeléctricas pertenecen a la comunidad, son
patrimonio común de la humanidad. Deberían ser administradas por
el Estado con criterios democráticos y adjudicadas por períodos
de tiempo determinado a quienes ofrezcan prestar un mejor
servicio. Sin embargo este Gobierno prorroga las licencias
entregadas por la dictadura y el menemismo, dejando afuera a miles
de otros aspirantes a utilizarlas. Aduce la "crisis"
económica y se olvida de miles de pequeños y medianos
radiodifusores que desde hace años no consiguen regularizar su
situación o que directamente quedaron sin posibilidades de
acceder a una licencia por la vigencia de la Ley de la Dictadura
ya declarada inconstitucional por la Suprema Corte.
Este
Decreto mantiene y consolida la vigencia de la norma de facto N°
22.285 que además de estar inspirada en los criterios de la
doctrina de la seguridad nacional propios de quienes usurparon el
Poder en 1976, es absolutamente centralizada, autoritaria y
discriminatoria. Será mucho más difícil ahora debatir una nueva
Ley.
El
esquema de concentración de los medios en nuestro país diseñado
desde la 22.285, llevado a su máxima expresión durante la
década de los '90, con decretos de necesidad y urgencia, y ahora
consolidado por 10 años más por el Decreto 527/05, caracteriza
el actual estado de situación ostensiblemente violatorio del
principio 12 de la Declaración de Principios de Libertad de
Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que
textualmente indica: "Los monopolios u oligopolios en la
propiedad y control de los medios de comunicación deben estar
sujetos a leyes antimonopólicas por cuanto conspiran contra la
democracia al restringir la pluralidad y diversidad que asegura el
pleno ejercicio del derecho a la información de los
ciudadanos".
Las
presiones de los grandes grupos concentrados consiguieron que el
Estado no administrara el espectro radioeléctrico de acuerdo a su
función de promoción de las comunicaciones. Consiguieron que no
se entregaran licencias de radio y televisión (abierta y por
cable) sino por amañados procesos que tendieron a fortalecer los
servicios pagos y la concentración y así proseguir con las
políticas destinadas a fortalecer el fin de lucro y no la
función social de la comunicación. Con tal concepción,
sostuvieron excluir de la radiodifusión al sector social no
lucrativo, al sector cooperativo y a todos los que no fueran
empresas comerciales. ¿Cuál fue la consecuencia? Que en la
década de los 80 y los 90 se establecieran miles de radios sin
licencia en todo el país. Unas 3.000 quedaron bajo el dudoso
rótulo de precarias y provisorias y otras 5.000 directamente
pasaron a la categoría de clandestinas.
Que en
materia de televisión abierta se mantuviera la misma cantidad de
estaciones en todo el país manteniendo una inaceptable reserva de
mercado para unos pocos y sin prestación de este servicio en
muchas regiones del país y la mayoría de las ciudades de
nuestras provincias con oferta única de servicio. Que en los
servicios de televisión por cable se llegara a una concentración
vertical y horizontal en la emisión y generación de contenidos.
Así se presionó para que el Estado no administrara y cerrara el
grifo del otorgamiento de licencias, provocando el caos que hoy
vive la radiodifusión.
Pueden
invertir con tranquilidad y seguridad les aseguró el presidente…
Seguridad para Telefónica, Hadad, Moneta, Manzano…. "Hay
un país previsible" dijo Kirchner… Previsible para los de
siempre, los que saquearon este país.
La
verdadera seguridad jurídica se lograría con una Ley que
establezca reglas claras para la actividad. Seguridad jurídica
para todos los ciudadanos. La única solución es una nueva Ley
que respete nuestra Constitución Nacional asegurando el Derecho a
la Información, la libertad de expresión para todos los sectores
y el pluralismo a partir de la premisa de que la radiodifusión es
una forma de ejercicio de esos derechos y no una simple actividad
comercial.
Este
Decreto 527 es inconstitucional. Viola el principio de igualdad
ante la Ley y viola el derecho a la información y la libertad de
expresión, consagrados en el art 13 de la Convención Americana
de Derechos Humanos que es parte de nuestra Constitución
Nacional. Por eso recurriremos a la Justicia para anular esta
aberración y lo denunciaremos ante la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos.
Tuvimos
esperanzas de que las cosas fueran diferentes. Alentamos
expectativas favorables cuando el Presidente se enfrentó a las
presiones de la SIP… Sin embargo este Decreto muestra al Poder
del Estado sometido a la presión y subordinado a los intereses de
las grandes corporaciones y sus voceros.
Texto
Completo del Decreto 527/05
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