la radio venezolana, en batalla por divisas,
concesiones y autocensura
16-OCT/2014
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Entre la carencia de dólares
para importar equipos, los engorrosos trámites para renovar concesiones y un
ambiente que conduce a la autocensura, la radio venezolana no vive mejores
tiempos que otros medios como la prensa escrita y la televisión.
“Al igual que otros medios,
la radio en Venezuela está en una situación complicada porque las emisoras
no tienen fortaleza financiera, no pueden acceder a dólares para renovar
equipos o piezas y son vulnerables a presiones de anunciantes o del
gobierno”, comenta Carlos Correa, director de la ONG defensora de la
libertad de expresión Espacio Público.
Tras la llegada al poder en
abril de 2013 de Nicolás Maduro, heredero político del fallecido Hugo
Chávez, varios medios identificados con la oposición, entre ellos el canal
de televisión Globovisión o el periódico El Universal, han sido vendidos a
compradores cuya identidad no está clara. Tras la venta, cambiaron de línea
editorial.
Queda un puñado de diarios
de línea opositora, como El Nacional, Tal Cual y El Impulso, pero están
sumidos en una penuria de papel que achacan a la negativa del gobierno a
autorizarles divisas para importar insumos en un país.
Venezuela impone un férreo
control de cambio y atraviesa una complicada situación económica, con una
inflación superior a 60% a tasa anual y una sequía de dólares.
Días atrás, Enza Carmone, presidenta de la Cámara Venezolana de la Industria
de la Radio y la Televisión, alertó sobre los “retos y muchos problemas” que
enfrentan numerosas radioemisoras debido a la falta de divisas y los
prolongados procesos de renovación de concesiones de transmisión en el
espacio radioeléctrico, donde operan cerca de mil emisoras nacionales y
regionales, 70% de ellas privadas.
“No tenemos acceso a dólares y todo lo que son equipos nuevos y repuestos no
son fabricados en Venezuela, para poder tener una mejor señal y adaptarnos a
nuevas tecnologías necesitamos adquirirlos”, comentó Carmone a Unión Radio.
La Cámara, atenúa Carmone, se mantiene en constantes negociaciones con el
gobierno, tanto para resolver las solicitudes de divisas como las próximas
renovaciones de concesión a un centenar de emisoras.
“Muchas radioemisoras hacen malabares para mantener los equipos en
transmisión porque dependen mucho de piezas importadas”, añade de su lado
Correa, quien en el tema de las concesiones ve más una “intencionalidad
política” de parte del gobierno que una traba burocrática.
“La radio en Venezuela ya tuvo un duro golpe hace cuatro años. Chávez dijo
que no renovaría la concesión a unas 300, finalmente fueron 34 a las que
sacaron del aire, pero eso tuvo un fuerte impacto de autocensura”, comenta
Correa.
Alonso Moleiro, periodista y conductor de un programa noticioso de Circuito
Éxitos, recuerda cómo Chávez “debilitó a la radio venezolana”, que no ha
tenido el desarrollo de países latinoamericanos como Colombia o México,
donde es capaz de marcar la agenda política.
“Para no verse afectadas, las estaciones sacaron del aire a los conductores
más polémicos o sustituyeron noticias por entretenimiento. Pero quedan
algunos programas con conductores abiertamente opositores. Ahora nos han
dejado tranquilos, el manejo informativo es muy prudente. No hay censura
gubernamental, pero el ambiente conduce a la autocensura”, añade.
Respecto de la radio estatal, Nicmer Evans, politólogo convencido del
proceso revolucionario y quien en 2013 salió de la oficialista Radio
Nacional de Venezuela en medio de una polémica, advierte una resistencia a
abrir espacios a “visiones críticas”.
“Las emisoras del Estado siguen siendo cada vez más combativas desde el
punto de cerrar filas en la defensa del gobierno, esto se traduce en una
debilidad en cuanto a la posibilidad de la diversidad dentro de la
programación”, comenta Evans.
En contraste, destaca Evans, entre las cerca de 300 emisoras comunitarias
que han surgido en los últimos años hay notables ejemplos de “apertura a
visiones autocríticas” del proceso revolucionario.
Correa saluda el esfuerzo del chavismo por dar voz a las radios
comunitarias, pero destaca que no todas cumplen el fin para el que fueron
creadas porque o “funcionan como radios comerciales o sólo hacen eco del
discurso oficialista”.
Fuente: AFP
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