aseguran que radios que nUNCA
funcionaRON fueron inscriptas en el censo del 2010
20-NOV/2012
El pasado fin de
semana el periódico La Nación publicó un artículo escrito por el
periodista Pablo Sirven sobre la situación del espectro
radioeléctrico en la radiodifusión sonora. Los principales
pasajes de la nota son los siguientes:
De las
152 emisoras AM de Capital Federal y Gran Buenos Aires,
inventariadas por la Asociación de Radiodifusoras Privadas
Argentinas (ARPA), sólo 21 tienen licencia formal. En La Salada
no hay menos de seis FM. Hay bailantas que reciben en cadena la
música emitida desde otra estación radial.
Frente a la ilegalidad y a la ocupación informal del espectro
radial vienen haciendo la vista gorda varios gobiernos, desde el
de Raúl Alfonsín hasta el presente. Cada tanto, con absoluta
discrecionalidad, se extienden permisos precarios o definitivos
que les otorgan luz verde a nuevos micrófonos, pero en forma
caótica, sin un plan maestro que regule el éter de una manera un
poco más orgánica.
¿Cuál es la consecuencia? Que las radios en blanco y con todos
los papeles en regla son las menos, pero son las que, además,
deben ajustarse a la ley y pagar todos los impuestos, a cambio
de un aire sucio, con sonidos superpuestos, y la competencia
desleal de los que se ubican de prepo en una misma frecuencia,
negocian sus espacios y publicidades sin ajustarse a norma
alguna y con su personal en negro. Algo así como manteros versus
comercios habilitados.
Toda esa situación vidriosa termina siendo funcional al Gobierno
por doble vía: relativiza el impacto de las radios importantes
al tener un espectro radial superpoblado y les resta a aquellas
posibilidades económicas al exigirles más obligaciones y
ponerles alrededor cada vez más jugadores que se manejan sin
ataduras ni reglas.
Hay algo aún peor y hasta ahora muy poco conocido: la Afsca
llevó adelante hace dos años un censo nacional de emisoras de
radio, del que no trascendieron mayormente sus resultados. El
estudio arrojó una curiosa peculiaridad: se dan como activas
muchas emisoras que no existen o que dejaron de funcionar hace
años. Nada menos que un 40 por ciento de los 373 inscriptos como
prestadores del servicio de AM tendrían esta característica.
Otro tanto ocurre con las ondas de FM, particularmente en
ciudades densamente pobladas.
Así, por ejemplo, de la muestra de la Asfca, surge que en la
frecuencia 94.3 funciona en Ciudadela una desconocida FM
Sideral, que nadie escuchó, ya que, además, en esa franja, en un
área de cien kilómetros a la redonda, opera Radio Disney.
Todo este estado tan confuso de cosas fomenta la multiplicación
de asesores, como el sitio
www.habrayasociados.com.ar que ofrece "servicios de
comunicación audiovisual" y que tiene censadas varias decenas de
estaciones en AM y FM, de las cuales sólo un 10 por ciento
estaría en actividad. Otro estudio (Martinelli abogados) brinda
asesoramiento en "obtención de licencias" y en "instalación y
puesta en marcha de estaciones de radio y televisión". Y hay
varios más.
¿Cuál sería el sentido oculto de este tipo de acciones? Reservar
a futuro frecuencias que están buscando blanquearse.¡antes de
existir! para ser negociadas más adelante por mucho dinero u
ocupadas discrecionalmente por elementos políticos afines.
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