| 
  
              
               Co.Ra.Me.Co.: 
				Los medios, la nueva ley y lo “sustentable” 
	13-ENE/2012 
	 
 
              A dos años de haber sido 
				aprobada por el congreso, la ley de Servicios de Comunicación 
				Audiovisual, aun no ha logrado la plena aplicación debido a que 
				uno de sus puntos fundamentales, la desinversión de los grupos 
				monopólicos, aun sigue siendo sometido a vericuetos legalistas 
				que permiten que la concentración de medios sea aun una 
				realidad. 
	Pero nada nos impide la promoción y 
	concreción de otras voces que fortalezcan este tiempo de cambio y esperanza. 
	 
	La ley de la democracia, fue una de las leyes que contó con la mayor 
	participación social en su gestación como lo volvió a mencionar la 
	Presidenta Cristina Fernández de Kirchner este 5 de Diciembre en el Teatro 
	Coliseo, durante la entrega de frecuencias a los municipios. Desde los 21 
	puntos propuestos por la Coalición para una Radiodifusión Democrática, 
	pasando por todos los foros de debate a la que se sometió y de donde se fue 
	enriqueciendo con los aportes de distintos actores que sumaban perspectivas, 
	hasta las audiencias públicas, donde representantes de los más diversos 
	sectores manifestaron la importancia histórica de una ley que aporte más 
	pluralidad de voces. 
	 
	No obstante, uno de los debates que aun están vigentes, es la participación 
	de la sociedad civil y las pequeñas empresas radiodifusoras. Por un lado, 
	las organizaciones sin fines de lucro, gozan de la garantía de un espacio 
	asegurado del 33 por ciento del espectro, más allá de los espacios que ya 
	van ocupando las instituciones públicas: universidades, gobiernos 
	provinciales y municipales. 
	 
	Ya nos tocó poner un acento en esta cuestión en las audiencias públicas, 
	donde manifestamos la necesidad de fortalecer a las organizaciones libres 
	del pueblo en su camino hacia el empoderamiento de un medio. No es un camino 
	sencillo, ni financieramente, ni en su desarrollo de contenidos y 
	estrategias de comunicación. Es necesario que se capacite a las 
	organizaciones, se las dote de herramientas conceptuales para administrar 
	sus futuros medios, para que no termine siendo algo que, en definitiva, 
	debilite a las organizaciones por su falta de eficiencia en la gestión. 
	 
	Luego existe otro debate: el de las pequeñas pymes, radios locales, 
	barriales, que tienen un grado de inserción en sus comunidades tan 
	importante como las radios más grandes. Al ser empresas privadas, deben 
	lidiar en el marco de la competencia de mercado, con otros emprendimientos 
	con mayor capacidad económica financiera que no necesariamente comparte el 
	espíritu democrático de la nueva ley, y mucho menos la consolidación de un 
	proyecto nacional y popular. 
	 
	Aquí se presenta la problemática que denunciamos los más pequeños en 
	capacidad financiera pero no en cantidad de medios y en militancia, que 
	sentimos que los pliegos y llamados a través de resoluciones no contemplan 
	el espíritu de la ley y no se ajustan a la realidad de los emprendimientos 
	locales. Los costos y requerimientos de los pliegos son inaccesibles a las 
	economías de los medios locales, transformando a su futuro como emisores, 
	entre incierto y nulo.  
	 
	En todo caso, no tiene sentido destinar semejantes sumas de dinero al 
	trámite administrativo cuando bien podrían aplicarse a la producción de 
	contenidos de calidad, dado que la ley solo asigna puntaje a la propuesta 
	comunicacional. 
	 
	Las voces nuevas de esta etapa tienen que arrancar sin las prebendas ni la 
	protección de mercado que han gozado los grupos mediáticos hasta la fecha. 
	Estas emisoras de baja potencia han sido parte de la construcción colectiva 
	que sostuvo la creación de la nueva ley, y sienten que no están siendo 
	tenidas en cuenta en el diseño del nuevo espectro. Por ello reclaman una 
	urgente revisión de los planes técnicos y los pliegos para obtener licencias 
	de baja potencia, para que se adecuen a la realidad que viven esas empresas 
	locales. 
	 
	También plantean revisar el concepto de “sustentabilidad” de los medios 
	locales, ya que consideran que es necesario contextualizar cada 
	emprendimiento en el marco de cada comunidad en la que funciona. A partir de 
	allí, aseguran que se podrá obtener una resignificación de “lo sustentable” 
	a partir de analizar los costos/beneficios y marco de aplicabilidad de los 
	planes técnicos en cada comunidad. Es responsabilidad de la Autoridad de 
	Aplicación velar por la efectiva descentralización de la publicidad como 
	ordena la ley y el cumplimiento de las cuotas de producción. El estímulo a 
	la producción y la apertura de nuevas empresas debe consolidar también la 
	alianza con los trabajadores para la creación de nuevos puestos de trabajo. 
	Este es el espíritu de la ley. 
	 
	Quizás una de las soluciones sea la participación más activa y propositiva 
	de las asociaciones o instituciones que agrupan a los medios en cuestión en 
	el diseño de las nuevas normativas, donde se pueda intercambiar expectativas 
	entre los objetivos que persiguen las autoridades y los anhelos de los 
	radiodifusores. No creemos que exista una brecha muy grande entre ambas 
	intensiones cuando el objetivo del gobierno es el mismo que el nuestro. 
	 
	La C ORA ME CO 
	Confederación de Radios y Medios de la Argentina 
              
             |