URUGUAY.
¿BAJA UN 10% LA AUDIENCIA EN RADIO?
05-AGO/2009
La última medición de audiencia de radio de la empresa IMUR levanta polvareda a la hora de un minucioso análisis metodológico. Una fría observación de los resultados del mes de marzo recientemente publicados permite cotejar que 123.677 individuos habrían apagado la radio, justo en el momento en que la campaña por las internas entraba en calor.
El ruido se apodera de la medición cuando en el mismo informe sostiene que a pesar del marcado descenso de la cobertura, la audiencia promedio por hora se mantiene. Que venga un mecánico…
El marcado descenso - también en 10 puntos - en la cobertura de AM, podría suponer que el apagado de los receptores castiga a las radios periodísticas, principalmente a las líderes tanto en programación política como deportiva.
No en vano desde allí se han escuchado fuertes comentarios en el mercado; claro esta, siempre desprovisto de criterios de análisis científico, y funcionales a los intereses particulares más que aportar sana crítica a los efectos de que el mercado posea buenas herramientas metodológicas para conocer las audiencias.
La magnitud que presenta la baja en la cobertura de AM, deja en un segundo plano un fenómeno no menos novedoso: sería la primera vez en mucho tiempo - según mediciones de la misma empresa - que la cobertura de FM habría bajado 5 puntos.
No obstante hasta aquí, la hipótesis de que las campañas electorales aburren a la gente podría perfectamente cobijar una explicación.
Los datos parecen desmoronarse cuando concomitantemente quienes quedaron con la radio encendida despliegan a lo largo del dial una escucha “militante” de tal intensidad que a pesar de que 123 mil individuos se retiraron del dial, la audiencia promedio se mantiene, lo cual supone inequívocamente no solo que mantuvieron sus hábitos de escucha con relación a la medición anterior, sino que los intensificaron de modo notable, lo suficiente como para hacer olvidar a los más entusiastas la disminución histórica de la cobertura que la medición indica.
La lectura pública de dicha medición – fácil de encontrar en distintos sitos web - permite cotejar que hubo allí al menos en términos académicos “un dato curioso”, no exento de la misma adjetivación en términos periodísticos cuando se observa que por primera vez no se presentan los datos de cobertura semanal abierta para cada radio, lo cual obviamente facilitaría el análisis a los efectos de ver que radios “castigaron” los oyentes al apagar los receptores.
Igualmente la medición arrastra otros intríngulis metodológicos como ser la “medición de la escucha coincidental” nunca presentada en los informes, o peor aún incorporada a modo de mix como dato de escucha declarada referida al día anterior.
Con igual tenor aunque ciertamente generando datos con humor negro, permanece la incorporación de entrevistas en los lugares de trabajo, lo cual genera un vicio congénito en los resultados donde sistemáticamente FM sin identificar se ubica en el top five cuando no líder de la escucha de FM, producto de que en los ámbitos de trabajo se esta escuchando música en sistemas digitales y los encuestados no saben a que radio pertenece.
La medición fue auditada por Teresa Herrera y Asociados.
Fuente: Medias y Modas
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