"Nuestro trabajo es como el de los bomberos".
La labor de los operadores de planta transmisora
08-JUL/2008
En La Red (AM 910), tres laboriosos operadores técnicos de la planta transmisora se acaban de jubilar tras haber dedicado toda su vida a esta tarea. Los directivos de la emisora decidieron entregarles plaquetas de reconocimiento y LA NACION se acercó a ellos para conocer más sobre este trabajo del que se habla en los momentos de emergencia. Estos profesionales comenzaron trabajando en radio Excelsior, que en 1991 pasa a denominarse La Red y relatan con añoranzas, alternativas de su trabajo silencioso, preciso y significativo, matizado con anécdotas y recuerdos.
Máximo Ameli (68), Mario Kuszczyc (67), Héctor Mario (66) , acompañados por Bautista Alberici, de 51 años, que aún sigue trabajando y quiso acompañar a su compañeros en esta ocasión, llegan emocionados a los estudios de la Red, con fotos del equipo transmisor ideado por Guillermo Marconi, el físico inventor de la telegrafía sin hilos y el libro de trasmisiones de esos primeros años en la década del 30 y las plaquetas del transmisor, con el año de la creación y el nombre de su hija Silvia.
-¿Qué pueden decir sobre el trabajo que desempeñaron durante tantos años?
Ameli: -El trabajo consiste en observar constantemente la maquinaria que emite la señal. Desde esa planta transmisora se eleva la señal de audio que mandan a la planta. El equipo es de potencia; produce radiofrecuencia para poder mandarlo al aire.
-¿Cómo se produce el enlace con los estudios?
Kuszczyc: - Eso llega por aire. Lo recibimos nosotros, y ahí se manda al transmisor y se amplía la señal. Debemos estar muy atentos, porque no puede fallar. Todo eso depende del operador de planta. Es lo más importante. Muchas veces estamos tranquilos, pero es como los bomberos: suena la sirena y tenés que salir a cubrir la emergencia...
-¿Qué pasa en una emergencia? Un gran corte, o cualquier otra situación imprevista...
Mario : -Nuestro trabajo es garantizar la transmisión. Si no recibimos programación de estudio salimos nosotros con música. Si se corta la tensión, salimos con grupo electrógeno. Si un equipo sale de servicio, debemos repararlo con el de emergencia. También hay un trabajo de mantenimiento y de limpieza; hay que tener el transmisor en buen estado y siempre listos para que la emisora se siga escuchando.
-¿Por qué eligieron esta profesión?
Ameli: -Yo llegué de Italia en 1950. En 1957 entré a trabajar al lado de la planta transmisora. Fui mirando y en 1964 pedí trabajo y comencé como aprendiz. Y estuve allí durante 44 años. Tengo poco estudio, pero mucha práctica.
Kuszczyc : -Se necesita estudio. Hice un curso rápido en el Iser para poder tener el permiso para operar. Tuve la suerte de encontrar el trabajo, donde fui aprendiendo con la práctica y haberme quedado hasta hoy. Estoy feliz y agradecido.
Mario : -Yo trabajé en Transradio Internacional y después pude entrar a La Red. Estudié un poco, hice un curso rápido y quedé. Esto también fue en 1964.
-Siempre trabajaron juntos, como los Rolling Stones de planta transmisora...
Mario : -Sí, se formó un grupo muy lindo. Inseparable, se podría decir.
Alberici: -Yo entré a trabajar a la radio como peón, pero iba a la noche al colegio industrial. Cuando me recibí de técnico, me anoté para rendir libre en el Iser. Ahí empecé a trabajar como operador. Mi padre y mi tío trabajaban en Transradio. Cuando entré en la radio, era como si hubiésemos sido compañeros de trabajos anteriores.
Kuszczyc : -A mí me hubiera gustado ser locutor, y nunca pude hacer el curso porque me faltaba el último año del secundario. Como con tercer año del secundario ya era posible hacer la carrera técnica, la hice y antes de terminar el curso ya conseguí trabajo.
-¿Qué sienten por esta tarea?
Kuszczyc: -Mucho influye el lugar donde uno trabaja y el compañerismo, porque nosotros nos miramos y ya sabemos lo que quiere decir el otro. Influye mucho el lugar. Trabajamos en un gran edificio, preparado con un depósito, con máquinas de gran precisión. Por una disposición del Comfer, estas plantas deben estar a una cierta distancia de la ciudad porque, si no, producen mucha interferencia. La nuestra está ubicada en Ituzaingó, cerca del camino del Buen Ayre, con torres con altura cercanas a los 200 metros.
-¿Cómo fueron los cambios en este trabajo?
Ameli : -Nuestro trabajo cambió mucho, por la técnica misma, que va prescindiendo de la mano de obra. El equipo Marconi del que hablábamos es valvular, refrigerado con agua. Eso implicaba un mantenimiento de agua, con mangueras. Era atroz el mantenimiento y el trabajo era realmente pesado. De a poco fue cambiando y llegaron otros equipos de otras marcas; el Marconi fue dejado para emergencias. Ahora hay uno de 200 KW, por ejemplo, que necesita menos mantenimiento.
Mario: -Cuando yo entré, en la radio había 20 operarios dedicados a distintas tareas. Ahora hay uno por turno. Antes los jefes vivían en la planta: ahora ya no vive nadie. La planta, igual, nunca puede quedar sola. Las emisoras que las dejan solas poseen guardia policial.
-¿Alguna anécdota para recordar en todos estos años?
Alberici : -En 1967 hubo una gran inundación. Para ir a la casilla donde está la antena había que ir con bote. Hay fotos con el jefe de aquel entonces, que venía a trabajar con su vianda para comer y con un bastoncito para guiar el camino y llegaba a la planta con los pantalones a la rodilla.
-Ahora que dejaron el trabajo, ¿lo extrañan?
-Se extraña y mucho, dicen casi al unísono.
Fuente: La
Nación
|