la
justicia critico una investigacion de TELEARTE-canal 9
09-MAY/2006
La Cámara Penal de Tucumán
absolvió a dos mujeres acusadas de promover la
prostitución de menores en una causa que tomó
estado público por un trabajo que realizó en 2003
el programa Zona de Investigación y en el que
utilizó cámaras ocultas. El tribunal afirmó que
las imágenes obtenidas se manipularon de una
manera escasamente compatible con la buena fe
y que son de escasa o nula seriedad. La
Fiscal de Cámara señaló que se quiso producir un
impacto con finalidades comerciales armando una
mala creación del periodismo.
Los jueces de la
Sala V de la Cámara Penal de San Miguel de Tucumán, Alfredo
Barrionuevo, Emilio Páez de la Torre y Julio Silva, criticaron
duramente el uso de cámaras ocultas que el programa de Canal 9
“Zona de Investigación” utilizó en 2003 para investigar una
denuncia por prostitución de menores y en el que finalmente los
jueces absolvieron a las dos mujeres acusadas.
“Las filmaciones
obtenidas, su manipulación, y los métodos empleados por los
supuestos y anónimos periodistas para obtenerlas, no pueden
eximirse de la calificación que acertadamente les asigna el
Ministerio Público: mala creación del periodismo, llevada a cabo
con una intención de impacto y un propósito comercial”,
afirmaron los jueces.
La causa se inició
a partir de un llamado anónimo que recibió la “Fundación
Adoptar” en el cual se denunciaba a dos mujeres, una de ellas
stripper, que supuestamente inducían a dos menores de 10 años a
prostituirse. La causa fue elevada a juicio oral pero la Cámara
Penal absolvió a las dos mujeres al entender que los únicos
elementos que las incriminaban son testimonios a los que los
jueces calificaron de un “contenido acusatorio ínfimo”.
Pero al mismo
tiempo que se desarrollaba la investigación judicial, el programa
“Zona de Investigación” realizó un trabajo periodístico
utilizando cámaras ocultas y que emitió en sus emisiones del 29
de octubre y del 5 de noviembre del 2003 por Canal 9. La
investigación periodística (“si es que se la puede llamar así”,
dijeron los jueces) muestra, según narra la sentencia del pasado
10 de abril, imágenes de supuestos búrdeles y entrevistas a
prostitutas que hablan sobre su trabajo. La emisión de los
programas hizo que la causa tomara estado público.
En el análisis
que los jueces hicieron de los cassettes afirmaron que “las imágenes
no se corresponden con su secuencia temporal, ni con los tiempos
reales, tampoco hay identificación de las personas
clandestinamente entrevistadas, y mucho menos aún de los
entrevistadores” y agregaron que a través de la edición “se
avanza y retrocede en el tiempo y en los lugares, se introducen imágenes
de dudosa relación con los hechos, se seleccionan y parcializan
las respuestas, y en especial, se mezcla y se confunde eficazmente
ese material”, todo acompañado “en numerosos pasajes por un
patético trasfondo musical”.
Canal 9 contestó
que no tienen “registros de datos personales sobre los
testimonios recogidos y proyectados en el programa porque jamás
fueron ni son requeridos...por resultar innecesarios como dato
informativo y de interés periodístico”.
Los jueces
entendieron que las imágenes fueron manipuladas “de una manera
escasamente compatible con la buena fe” y que son de “escasa o
nula seriedad”. Inclusive señalaron que el Canal pudo cometer
delito.
En una de las cámaras
ocultas se entrevista a una joven, que dice ser menor, donde habla
sobre prostitución, tarifas, servicios, etc. “Sobre este punto
tal vez sea del caso observar que: no hay certeza alguna de que la
entrevistada sea efectivamente una menor, y - si lo fuera - el
entrevistador que a sabiendas está con ella en calidad de cliente
(ejerciendo o no esa calidad) podría estar cometiendo un
delito”, afirmaron los camaristas.
Pero los jueces no
fueron los únicos que tuvieron conceptos duros contra la cámara
oculta. La Fiscal de Cámara, en su solicitud de absolución de
los acusados, dijo que el programa realizó “una especie de
investigación paralela sin control de ninguna clase y sin
observar los mínimos recaudos que confieran certeza al material
obtenido”, narraron los jueces que explicaron que para la fiscal
“resulta manifiesta la intención de provocar un impacto con
finalidades obviamente comerciales, armando lo que califica como
una mala creación del periodismo”.
Fuente:
Diario Judicial
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