El Gobierno de Estados Unidos ataca fuertemente las palabrotas y las escenas de sexo en TV
06-JUL/2006
El gobierno estadounidense tomó una serie de controvertidas medidas para silenciar las palabrotas y tapar la exposición de cuerpos desnudos en televisión, con nuevas multas que multiplican por 10 las penas por violar sus estándares de decencia.
Las nuevas medidas, aprobadas a mediados de junio por el presidente George W. Bush, son fruto de años de presión de parte de grupos religiosos conservadores para "limpiar" la pequeña pantalla.
Ya sean los soldados diciendo palabrotas en "Saving Private Ryan" ("Rescatando al soldado Ryan"), de Steven Spielberg, una maldición que se escape de boca de una estrella del pop o escenas de sexo en éxitos como "Desperate Housewives" ("Amas de casa desesperadas") o la comedia "Friends", las redes de televisión estadounidenses se verán obligadas a eliminar ese acto o pagar una multa de 325.000 dólares por cada violación de la norma, bastante más que los 32.500 dólares vigentes hasta ahora.
"No puedo esperar para ver el próximo documental "Frontline" sobre los soldados estadounidenses en Irak, cuando el lenguaje más sucio luego de una explosión será "Oh, eso dolió", ironizó Vince Horiuchi, que escribe sobre programas de televisión para el diario Salt Lake Tribune.
El profesor de psicología Timothy Jay, del Massachusetts College of Liberal Arts, que ha escrito varios libros sobre las palabrotas, también fue escéptico.
"Los sociólogos franceses Bourdieu y Foucault destacaron que cuando el gobierno o la Iglesia conspiran para prohibir cosas aumenta la potencia de esas cosas. Simplemente aumenta el deseo de ver o romper esos tabús", argumentó.
"El insulto tiene aspectos positivos", añadió. "Nos permite expresar nuestro enojo, nuestra frustración con alguien sin hacerlo físicamente".
La nueva ley es en parte consecuencia de la actuación de la cantante Janet Jackson en el concierto en el entretiempo de la final del Super Bowl, en enero de 2004, cuando todo el país pudo ver durante unos segundos su pezón derecho, en lo que ella describió como una "falla de su vestuario".
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El hecho generó una avalancha de más de un millón de quejas ante la Comisión de comunicaciones federal de Estados Unidos (FCC, por su sigla en inglés), que regula las ondas radiales y televisivas.
Como resultado, luego del incidente protagonizado por Jackson, la cantidad de multas por indecencia aplicadas por la FCC saltó hasta casi 8 millones de dólares en 2004, contra apenas 440.000 dólares en 2003.
Y las quejas siguen multiplicándose. Sólo en los primeros tres meses de 2006, la FCC recibió 275.000 quejas y recolectó casi 4 millones de dólares en multas.
TV Watch, un grupo de defensa creado por las grandes corporaciones de medios, que incluyen a las casas matrices de NBC o CBS, cree que la queja es exagerada.
"La gran mayoría de las quejas proviene de un puñado de personas alentadas por activistas que se quejan sobre esos programas, y no de los propios televidentes", indicó en un comunicado.
Pero Tim Winter, director de Parents Television Council (PTC), una influyente asociación de padres, cree que "la mayoría de los padres está muy preocupada por este tema".
Según el PTC, "las investigaciones muestran que los niños que ven temas sexuales a una edad temprana son más propensos a ser sexualmente activos a una edad temprana".
Pero el psicólogo Jay no está de acuerdo. "No hay evidencia del daño", indicó. "Puede tomar cualquiera de esos casos, incluyendo a Janet Jackson o a Saving Private Ryan, y ver qué pasó al día siguiente. ¿Mojaron su cama, tuvieron síntomas de estrés postraumático, se volvieron ansiosos, deprimidos? La respuesta es que no hay daño".
El 75% de los estadounidenses parece a favor de medidas que "limpien" la televisión, según una encuesta de Pew de marzo de 2005, pero 48% de los encuestados cree que una intervención gubernamental es más peligrosa que cualquier efecto negativo de un programa televisivo.
Fuente: 26 Noticias
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