LA
DEFENSORIA PORTEÑA ALERTA SOBRE LA PROLIFERACION DE ANTENAS
30-AGO/2006
Emitió una resolución en la que pide un mayor control sobre la instalación de antenas en los barrios y un "estudio epidemiológico extenso" para analizar posibles consecuencias de la radiación que emiten. Recibió denuncias de 33 vecinos.
La Defensoría del Pueblo de la Ciudad reclamó un mayor control sobre la instalación de antenas en los barrios, ante eventuales riesgos para la salud.
El organismo recibió reclamos por instalación de antenas de 33 vecinos, por lo que decidió solicitar al gobierno porteño un "estudio epidemiológico extenso" en la población y registrar la fecha de apariciones y afecciones oncológicas.
"En la Ciudad de Buenos Aires existe polución ambiental electromagnética originada por Radiaciones no Ionizantes (RNI)", concluyó la Defensoría en la resolución del último mes. Si bien las RNI son radiaciones del espectro electromagnético que carecen de energía suficiente para modificar la estructura celular, algunos estudios privados mostraron que ejercen efectos biológicos sobre el cuerpo humano. No obstante, resulta controvertido afirmar que sean agentes cancerígenos directos.
Fuentes médicas sostienen que la emisión de radiación puede producir cambios eléctricos en la membrana de las células del cuerpo, alterando los flujos de iones, sobre todo el calcio, lo que puede tener efectos biológicos importantes.
Por eso, en una resolución firmada semanas atrás y a cuyo texto tuvo acceso la agencia DyN, la titular de la Defensoría local, Alicia Pierini, cursó una serie de exigencias a la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC) y al jefe de Gobierno porteño, Jorge Telerman, a quien pidió informar a la población sobre el tema. La defensora solicitó al Ejecutivo de la Ciudad que "promueva la revisión y actualización del Código de Planeamiento Urbano (CPU) en lo que se refiere a la contaminación del medio ambiente de la Ciudad originado por Radiaciones", según el texto.
El organismo pidió, además, a la CNC un "relevamiento exhaustivo de las instalaciones radioeléctricas" del país, pero particularmente en la Ciudad de Buenos Aires, a fin de detectar la presencia de emisoras clandestinas y ordenar su clausura y desmantelamiento.
Las denuncias recibidas por el organismo se resumen en la preocupación de los vecinos por la velocidad con la que se erigen las estructuras, la falta de datos acerca de sus responsables y la información vaga y contradictoria que se posee sobre el riesgo para la salud de las personas.
Por eso, la Defensoría y legisladores porteños de tres partidos políticos consideraron que debe aplicarse el principio precautorio del artículo 4 de la ley General del Ambiente (25.675), especialmente sobre dos variables: la densidad de energía y el tiempo de exposición a las radiaciones.
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Desde el ARI, Alejandro Rabinovich, que integra la Comisión de Salud del Legislativo local, afirmó que si bien "se trata de un tema altamente controvertido", deben tomarse medidas preventivas. "Frente a la posibilidad de un daño grave o irreversible, la ausencia de datos científicos no debe ser empleada para evitar la adopción de medidas que frenen la contaminación ambiental", recomendó Rabinovich, al parafrasear el texto de la ley 25.675.
Por su parte, el diputado macrista Daniel Amoroso, vocal en la Comisión de Defensa de Consumidores y Usuarios de la Legislatura porteña, afirmó que "es absolutamente necesario realizar un relevamiento sobre la instalación de las antenas" y consideró que se debe "obligar a remover" aquellas que están colocadas "en cercanías de escuelas, clubes u hospitales".
Fuente: DyN
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